En el último año, las stablecoins han pasado de un papel marginal en el ecosistema de criptomonedas a convertirse en una parte importante de los mercados financieros más amplios. Esta transformación no solo se refleja en los datos, sino que también refleja cambios estructurales profundos.
El crecimiento significativo en la oferta de monedas estables es una manifestación directa de esta tendencia. Desde mediados de 2024 hasta julio de 2025, la capitalización de mercado de las monedas estables se disparó de aproximadamente 160 mil millones de dólares a más de 260 mil millones de dólares, un aumento de más del 60%. Este crecimiento no solo ha llevado a que la cantidad total de monedas estables en circulación supere el máximo histórico de 2022, sino que también ha establecido nuevos récords de liquidez.
Lo que resulta aún más notable es la aplicación de las encriptaciones en las transacciones reales. En 2024, el volumen de liquidación de las encriptaciones alcanzó la asombrosa cifra de 27.6 billones de dólares, superando la suma total de Visa y Mastercard. El crecimiento del volumen de transacciones mensuales es aún más impresionante, comenzando desde 1.9 billones de dólares en febrero de 2024, y logrando un crecimiento del doble para mediados de 2025.
Este crecimiento no solo representa un cambio en la cantidad, sino que también simboliza una transformación fundamental en la función y el posicionamiento de las stablecoins. Lo que antes solo se consideraba una herramienta para que los traders de encriptación almacenaran sus ganancias, hoy las stablecoins se han convertido en la infraestructura de comercio de las economías emergentes, en una herramienta de liquidación importante en el ámbito de la tecnología financiera, e incluso desempeñan un papel estratégico como extensión en la política monetaria de Estados Unidos.
Es importante destacar que esta transformación de las criptomonedas no ocurre de manera aislada. El uso de las criptomonedas por parte de redes de pago tradicionales e inversores institucionales ha aumentado significativamente, lo que refleja un interés creciente en este tipo de activos en el mercado más amplio. Esta tendencia sugiere que las criptomonedas podrían desempeñar un papel más central en el futuro del sistema financiero global.
A medida que las stablecoins evolucionan de ser meras herramientas de liquidez a infraestructuras funcionales, podemos prever que desempeñarán un papel cada vez más importante en la facilitación de pagos transfronterizos, en la mejora de la inclusión financiera y en el impulso de servicios financieros innovadores. Esta evolución no solo marca la madurez del ecosistema de encriptación, sino que también abre nuevas posibilidades para la fusión de las finanzas tradicionales y las finanzas digitales.
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En el último año, las stablecoins han pasado de un papel marginal en el ecosistema de criptomonedas a convertirse en una parte importante de los mercados financieros más amplios. Esta transformación no solo se refleja en los datos, sino que también refleja cambios estructurales profundos.
El crecimiento significativo en la oferta de monedas estables es una manifestación directa de esta tendencia. Desde mediados de 2024 hasta julio de 2025, la capitalización de mercado de las monedas estables se disparó de aproximadamente 160 mil millones de dólares a más de 260 mil millones de dólares, un aumento de más del 60%. Este crecimiento no solo ha llevado a que la cantidad total de monedas estables en circulación supere el máximo histórico de 2022, sino que también ha establecido nuevos récords de liquidez.
Lo que resulta aún más notable es la aplicación de las encriptaciones en las transacciones reales. En 2024, el volumen de liquidación de las encriptaciones alcanzó la asombrosa cifra de 27.6 billones de dólares, superando la suma total de Visa y Mastercard. El crecimiento del volumen de transacciones mensuales es aún más impresionante, comenzando desde 1.9 billones de dólares en febrero de 2024, y logrando un crecimiento del doble para mediados de 2025.
Este crecimiento no solo representa un cambio en la cantidad, sino que también simboliza una transformación fundamental en la función y el posicionamiento de las stablecoins. Lo que antes solo se consideraba una herramienta para que los traders de encriptación almacenaran sus ganancias, hoy las stablecoins se han convertido en la infraestructura de comercio de las economías emergentes, en una herramienta de liquidación importante en el ámbito de la tecnología financiera, e incluso desempeñan un papel estratégico como extensión en la política monetaria de Estados Unidos.
Es importante destacar que esta transformación de las criptomonedas no ocurre de manera aislada. El uso de las criptomonedas por parte de redes de pago tradicionales e inversores institucionales ha aumentado significativamente, lo que refleja un interés creciente en este tipo de activos en el mercado más amplio. Esta tendencia sugiere que las criptomonedas podrían desempeñar un papel más central en el futuro del sistema financiero global.
A medida que las stablecoins evolucionan de ser meras herramientas de liquidez a infraestructuras funcionales, podemos prever que desempeñarán un papel cada vez más importante en la facilitación de pagos transfronterizos, en la mejora de la inclusión financiera y en el impulso de servicios financieros innovadores. Esta evolución no solo marca la madurez del ecosistema de encriptación, sino que también abre nuevas posibilidades para la fusión de las finanzas tradicionales y las finanzas digitales.